Nunca te dije que tu olor y tu sabor llegó a crearme adicción, y que a veces cuando nadie me ve, lo busco a escondidas como el que se mete al baño a fumarse un cigarrillo mientras todos creen que ya lo ha dejado.
No te dije que adoro cada centimetro de tus manos, que provocaban sensaciones inimaginables en mi cuando me tocabas.
Jamás mencioné que me ponia el despertador 5 minutos antes para verte dormir, con esa cara de bobo que se te queda, y para verte despertar, con sonrisas y besos robados. Ni que me encantaban las noches, cuando me quedaba dormida mientras nos mirábamos. Que me enloquecia esa sonrisa que me ponias cuando abria un ojo para saber si aun seguias mirandome.
No te dije que adoraba escucharte tocar la guitarra.
No te he dicho que soy toda una experta en tus gestos. Que puedo reconocer tu manera de andar a kilómetros, que no equivocaria tu sonrisa entre un millón, y que podia adivinar que eras tu quien entraba en casa sin fallar.
Nunca te dije que me encantaba que, cuando estabamos rodeados de gente, de repente me miraras y me sonrieras, solo ami.
No te he contado que las estrellas mas bonitas las vi contigo, y que desde entonces no he vuelto a ver una estrella fugaz.
Jamás te conté lo que me dolió que se acabara.
No te he dicho que he enloquecido como nunca por imaginar que le estabas regalando tu boca a otra, a cualquiera.
Tampoco te conté hasta que punto he llegado a necesitar tus abrazos, a necesitar tu sonrisa de nuevo. Ni hasta que punto me he odiado a mi misma por tener ese sentimiento.
No te he contado que es la primera vez que me siento como un queso Gruyère, llena de huecos que solo llenas tu.
Y sobre todo no te he dicho....
.... que me odio a mi misma por no poder odiarte ni un poco.
Te odio.
Hace 13 años
