lunes, 15 de febrero de 2010

(mi)Droga


Desde que tengo uso de razón he oido hablar de las drogas y lo malas que son para la salud. Cocaina, heroína, éxtasis, anfetaminas, marihuana, LSD, hongos alucinógenos... una lista sin fin. Estimulantes que alteran el organismo por un periodo de tiempo, que provocan adicción y de los cuales es muy dificil desengancharse. Pero nadie me habló nunca de otro tipo de droga, de esas que tienen dos piernas, dos brazos, dos ojos, una nariz y una boca. ¿Cómo puede ser que nadie me avisara de sus efectos?.
Nadie me dijo que apareceria de repente, y que sin darme cuenta iba a quedar irremediablemente enganchada a un modo de caminar, una piel, un olor, una mirada, una sonrisa, unas manos, o un tono de voz.
Además tengo un problema añadido. En mi rutina diaria hay mil cosas que me la recuerdan: una marca de tabaco, el olor a pan tostado, el mar, el sonido de una guitarra en cualquier canción, el olor de una colonia, el número 150, mi cámara de fotos, la cocacola que encuentro en la nevera, las galletas de chocolate, las ganas, mis chanclas con plataforma, mi muñeco de freddy kruguer, y un sin fín de cosas más... pero lo peor de todo es que mi droga no tiene sustitutivo posible y es muy dificil de encontrar, de hecho es unica en el mundo.
El desenganche de mi droga está siendo más duro de lo que pensé, ya que mi nivel de adicción era más fuerte de lo que imaginé.

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